Estoy demasiado triste, también mis hijos Francisco, Federico y Marina. Lloro igual por Juancito y Francisca y por Maria Modesta.
Sergio no quería vivir desde hace mucho tiempo. Luchaba con su enfermedad que lo perseguía permanentemente y que lo alejaba de las personas que el amaba.
Trato de explicarle a los chicos. Les digo que si el hubiese sufrido otra enfermedad incurable tal vez hubiesen entendido y tomado mejor en sus corazones su decisión.
Yo estoy destruida , su muerte deja un vacío irreparable para siempre en mi vida. Lo quise con toda mi alma. Adoro a la hija que tenemos.
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